Jorge pasó a ser un prisionero político por 6 meses y finalmente fue liberado gracias a la presión puesta por varias organizaciones internacionales. Después de su liberación Jorge continuo luchando por alcanzar la libertad y justicia para sus compatriotas, pero esta era una época en Guatemala donde tratar de formar un capitulo de Amnistía Internacional en el país representaba un amenaza para el gobierno y Jorge fue tildado de “Comunista” y puesto bajo vigilancia militar. El gobierno tenía intervenido su teléfono y lo seguían a todas partes, esto llevo a Jorge a tomar refugio en los países vecinos varias veces pero él estaba convencido que la lucha en pro de los derechos humanos tenía que continuar. A finales de los ochentas fue forzado a tomar exilio permanente cuando su familia también fue puesta bajo vigilancia y Jorge sabía perfectamente que mujeres y niños no eran un obstáculo para las fuerzas militares. Jorge inmigro a Canadá pero nunca caduco en su lucha por mejorar la situación en Guatemala y empezó varias campañas para lograr su objetivo, entre ellas una caminata desde la ciudad de México hasta la ciudad de Guatemala (2200 km) con el objetivo de crear conciencia acerca de la responsabilidad real de los tratados de paz firmados en 1996. Jorge también ha iniciado varias campañas a favor de los derechos humanos, el multiculturalismo y la igualdad. Jorge ha dado pláticas en varias universidades en Canadá, Estados Unidos y México lo que le ha hecho merecedor de varios reconocimientos. Jorge también es el autor de dos libros donde relata el calvario de su secuestro, tortura y el tiempo que le toco vivir en la cárcel por buscar un futuro mejor y luchar contra la injusticia.
Jorge de Paz nació en la ciudad de Guatemala en 1948. Desde muy joven, en sus años de secundaria se unió a las protestas estudiantiles
para demandar un cambio a la injusticia y desigualdad en su país. Durante estas demostraciones Jorge se encontró por primera
vez cara a cara con las fuerzas represivas del gobierno. Conforme fueron pasando los años Jorge fue testigo de más y más violaciones
a los derechos humanos y pudo ver como los gobiernos militares trataban al país como una inmensa base militar mientras ellos no se
hacían responsables de sus actos y había plena inmunidad para sus secuaces. En los ochentas durante uno de los gobiernos más
corruptos en la historia de Guatemala y la cual ha sido declarada por Amnistía Internacional como la época con las peores violaciones
a los derechos humanos, Jorge se unió a un grupo de civiles y militares quienes estaban tratando de encaminar la política de Guatemala
por la senda de la democracia y fue parte del golpe de estado que removió al entonces presidente. En un acto de vil traición
la persona seleccionada para dirigir los cambios enloqueció con el poder y mando a secuestrar y torturar a los que habían trabajado
para llevarlo al poder. Jorge estuvo secuestrado por 22 días y es tal vez el único guatemalteco que todavía tiene sentencia
de los “Tribunales de Fuero Especial”.